Funte: Acervo do grupo de estudos Margear. Autoria de Aleida Batistoti, 2020. In: CORDEIRO et al., 2021.

Gabriela Leandro Pereira, Rossana Brandão Tavares, Diana Helene, Paula Freire Santoro**

Este texto es una edición del artículo editorial de la RBEUR, escrito por las mismas autoras, en el que son presentados los trabajos que componen el número de la revista.

Fue lanzado en enero de 2022 el dossier “Territorio, Género e Interseccionalidades” de la Revista Brasileña de Estudios Urbanos y Regionales (RBEUR). En la editorial comentamos sobre la difícil selección: recibimos 149 artículos, muy variados, que debaten género e interseccionalidad en el campo de los estudios urbanos y regionales a partir de las teorías feministas, lo que revela tanto la pertinencia como la urgencia de la temática. Los textos seleccionados conforman cuatro bloques temáticos que comentamos a continuación.

Este primer bloque reúne conversaciones epistemológicas sobre cuerpo y territorio, con tres artículos que conectan diversas formas de producción de conocimiento, donde el saber legitimado de los escritos académicos hasta la producción intelectual de los sujetos que leen, viven y producen ciudad, siendo al mismo tiempo crítico y práctico, demandando nuevas formas de producir conocimiento sobre los territorios.

El primer artículo, de autoría colectiva, titulado “Cómo producir conocimiento en los encuentros entre mujeres. Reflexiones sobre experiencias teórica-metodológicas con y desde los márgenes de la ciudad”, de Vanessa Cordeiro, Aleida Batistoti, Atailon Matos, Marina Muniz e Zara Rodrigues, piensa en ¿cómo producir conocimiento desde los márgenes? Lo hace a través de la memoria popular, las trayectorias de las mujeres negras, las imbricaciones de los modos de vida en el hacer urbano cotidiano. Nos entrega el presente de ir mezclando forma y contenido, con imágenes maravillosas y sugerentes que imaginan las trayectorias urbanas y memorias negras de mujeres en Salvador, Bahía, en sus modos de vida cotidiana. Algunas de ellas son reproducidas en este y en los próximos post sobre el dossier.

El segundo artículo cuestiona: ¿es posible pensar un espacio urbano que dé lugar a expresiones queer? ¿qué implica queerizar el espacio público? Son preguntas que aborda el artículo “Del rosa de la Plaza Rocha al rojo de la Plaza es Matheu: “El “Encontrolazo” como experiencia queer en el espacio urbano de la ciudad de La Plata“, en el marco del 34º Encuentro Nacional de Mujeres” de Sandra Valeria Ursino e Maira Miuños Cirone. Uno de los artículos internacionales del dossier repasa hechos significativos de la agenda queer y feminista en Argentina, analizando las formas de apropiación del espacio urbano en los encuentros y en la formación del Circuito Urbano Queer como espacio de resistencia.

El tercer artículo de este bloque, titulado, “El cuerpo, la casa y la ciudad: Territorialidades de las mujeres negras en Brasil”, de Maya Manzi, busca discutir la territorialidad de las mujeres negras desde una perspectiva interseccional, articulando experiencias que toman en cuenta el cuerpo, la casa y la ciudad. Comprende la territorialidad de las mujeres negras en el cuerpo manifestadas “por las bocas que no se dejan callar”, “pechos arrendados para amamantar los hijos de la patrona”, “trenzas utilizadas como mapas para guiar a los fugitivos”, entre tantas dimensiones en torno a no poder decidir sobre el cuerpo. La territorialidad de la mujer negra en la casa aparece en las figuras de la sirvienta, la madre, la jefa, la líder religiosa, figuras atravesadas por las dimensiones prácticas del trabajo de cuidado y por las dimensiones de opresión, invisibilidad y no reconocimiento del trabajo. La territorialidad de las mujeres negras en la ciudad produce espacios públicos y verdes; rescata formas de comer, vivir y circular; hace de la periferia un lugar de lucha y celebración, de espiritualidad y respeto por los muertos y los vivos, lo humano y lo no humano.

Cerrando este bloque, el texto trae el concepto amplio de “colonialidad del poder” de Aníbal Quijano. Para él el modelo de poder global hegemónico, de carácter colonial, tiene como eje fundamental la clasificación social de la población mundial en base a la raza. Manzi amplía este concepto argumentando que la “colonialidad del poder” implica una división sexual y racial del trabajo, es decir, generizada y racializada. Para ello, la autora revisa los estudios de los territorios diapóricos sin fronteras fijas, resultados de la desterritorialización y la reterritorialización, para mirar la migración forzada a Brasil acompañada de una historia silenciada y con la memoria borrada, que las nuevas epistemologías buscan rescatar y usarlos para construir espacios de lucha, a través de las territorialidades negras.

 

Hablamos ahora del segundo bloque de textos del dossier, que reúne experiencias descritas a partir de narrativas situadas y corporificadas. Son tres los artículos en que vida y ficción se confunden, se deslizan entre la narrativa de la vida, lo literario y “sus pliegues” en diferentes “escri-vivencias” [“escrevivências” en original] una expresión de Conceição Evaristo utilizada en la tesis de Gabriela Leandro Pereira (Gaia).

El primero de ellos, “Trenzando historias, cantar memorias. Narrativas y desplazamientos de una mujer en situación de refugio” de Júlia Motta, realiza una etnografía que accede a las memorias, a través de fotografías, objetos y literatura, para hacer resonar las voces de mujeres en situación de refugio. Es un texto hermoso, poético. Es literatura y artículo, al mismo tiempo, provocando al lector. Describe las penurias del repentino exilio forzado en la forma y el contenido del escrito: “En la prisa, la madre atrapó por error al gato que estaba envuelto en la sábana, pensando que era su hija. A unos metros se dio cuenta del error y volvió a buscarla”. Relata la rutina de peinarse y construir memorias, ampliando la noción de cuidado; a criar a los niños en comunidad, como parte de redes afectivas; la vida de una mujer y madre que transcurre en los patios, junto a los cultos ancestrales, verdaderos “inzu” urbanos (choza, bohío o choza en ruandés, usado aquí como un lugar que contiene una carga afectiva y emocional) en Río de Janeiro.

El segundo aborda la naturaleza de la ficción, de Camila Matos, titulado “Narrar la Serra, imaginando las ciudades: el uso de la ficción en la investigación socioespacial”. Comienza con entrevistas a ancianas residentes del Aglomerado da Serra en Belo Horizonte, trayendo las fábulas presentes en la narrativa de las ancianas sobre su experiencia en la ciudad, como cuestionadora del estatus de “verdad” inherente a los discursos oficiales y provocadora de las metodologías para el abordaje de las experiencias narradas por las ancianas.

El último bloque, “Conversaciones interepistémicas: incorporando la perspectiva putafeminista en la investigación sobre prostitución y espacio urbano” de Gabriela Pinto de Moura, propone la incorporación de la perspectiva putafeminista en la investigación sobre prostitución y espacio urbano. Dialoga con los trabajos sobre transformaciones urbanas en los territorios de prostitución de Diane Helene (2015) y presenta una contribución al debate a través del putafeminsmo -”un campo teórico-práctico dentro del feminismo liderado por prostitutas que utilizan sus experiencias como una forma comprometida y política de pensar políticamente la “prostitución”. Discute a partir de narrativas, experiencias y reflexiones de prostitutas como Amara Moira, Gabriela Leite, entre otras, temas como el cuerpo, la sexualidad, la violencia, el estigma, la política y zonas de confinamientos urbano.

Tales trabajos potencian narrativas y métodos que valorizan la experiencia, la subjetividad y las voces reprimidas y/o silenciadas en el contexto hegemónico de la producción de conocimiento. Posicionan saberes normalmente invisibles -como los producidos por migrantes, mujeres ancianas y prostitutas, entre otros- orientando, desde sus territorios, otras formas de pensar y construir el mundo. Son enfoques alineados con epistemes feministas e interseccionales, que critican y reconstruyen formas tradicionales de leer, planificar y organizar el espacio.

Fuente: Acervo do grupo de estudos Margear. Autoria de Zara Rodrigues, 2020. In: CORDEIRO et al., 2021

La tercera parte del dossier reunió cuatro lecturas, muy diversas, de los procesos de desposesión movilizados por diversas violencias urbanas interrelacionadas – pública/estatal/gubernamental, financiera, inmobiliaria, doméstica – que se dan en torno a la vivienda y lo urbano. Los artículos buscan comprender las múltiples dimensiones de los procesos de desposesión que involucran, pero no significan la pérdida de la vivienda, y que no pueden leerse de manera abstracta y que aquí ganan un enfoque generizado y racializado.

El primer texto del bloque, es de Poliana Gonçalves Monteiro, “La Guerra de los Hombres y la Vida de las Mujeres: las interfases entre planificación urbana, violencia contra las mujeres y seguridad pública en Río de Janeiro/Brasil”, busca comprender estas violencias en los estudios urbanos, como una ruptura forzada de las rutinas consideradas esenciales para la producción y reproducción del capitalismo racista y patriarcal. Son violencias que se dan a partir de ausencias estratégicas, la presencia precarizada y violenta del Estado y por la presencia ostensible de poderes paraestatales -sea milicia, tráfico u otros regímenes de control de “territorios de pobreza”. Utiliza la metáfora de “ciudad en guerra” para mostrar que los efectos de la sociabilidad violenta incide sobre las mujeres -madres sólo son culpabilizadas, las mujeres “tombam”, sufren femicidios y viven una rutina violenta-, pero no son visibles para quienes diseñan la política, una especie de sexismo institucional. Hablando con Keisha-Khan Perry, pregunta “¿Cómo sería nuestro enfoque en la justicia social en la ciudad si incluyéramos la dimensión de género y raza en la coversación? (…) ¿Cómo sería nuestra investigación urbana si prestáramos más atención a las mujeres -sus vidas, sus pensamientos, sus desafíos políticos en curso contra los proyectos raciales de exclusión espacial y genocidio?”

El segundo artículo, de Natália Alves, “Una Izidora y dos rosas: apuntes para una mirada feminista negra sobre el espacio”, discute la producción del espacio realizada por mujeres negras en tres tiempos diferentes en la región de Izidora, Vector Norte de Belo Horizonte. Utiliza las narrativas de estas mujeres como método para mostrar un lento proceso de desposesión de los territorios negros del Quilombo de Mangueiras hasta la Operación Urbana de Isidoro, frente a la expansión inmobiliaria de la ciudad. Conecta quilombo, conjunto habitacional, ocupación, al sintetizar perspectivas de vida y de lucha de la población y de las negras en este territorio, redimensionando los legados de Izidora y Rosa Leão, en un futuro en disputa.

Estos “territorios negros” son leídos a partir de la idea de que las geografías negras son lugares susceptibles a la desposesiõn, racializando el debate sobre la desposesión. Natália Alves, retoma el concepto de “acumulación por desposesión” de David Harvey, buscando comprenderlo no como un fenómeno abstracto, sino visto desde un foco interseccional que busca relacionar desposesión y racialidad.

El texto se inserta en los trabajos que observan la expropiación de los cuerpos racializados, y también generizados, alineándose con un conjunto de reflexiones que observan el cuerpo de las mujeres como “colonias” (expresión utilizada por Maria Mies) o “territorios de saqueo de los se extrae riqueza por medio de la violencia” (expresión de Verónica Gago). Estos integran un “apodo en la literatura sobre la desposesiõn que, al no calificar quién es desposeído, dejó fuera las formas de explotación coloniales y patriarcales, invisibilizadas por las categorías `capitalista`o `neoliberlal`, cuando no se conjugan con otras estructuras de opresión”, como propone Larissa Lacerda y otras autoras (2021, p.159).

Actualmente las lecturas feministas sobre el endeudamiento politizan el problema financiero como extracción, bajo el lema “¡queremos salir de la deuda!” del Colectivo NiUnaMenos. Articulan formas de explotación y extracción de valor que tiene la financiarización de la vida social -y en particular, a través del dispositivo de la deuda- su “código común” (Expresión de Verónica Gago y Luci Cavallero). El tercer artículo, en este grupo, llamado “Generificando la investigación sobre la deuda inmobiliaria: primeros desafíos” de Flávia Elaine da Silva Martins y Ana Clara Guedes, revela el endeudamiento inmobiliario en Brasil – como principal forma de acceso a la vivienda, que crece en volumen de crédito y también en mora, transformando el crédito en deuda-, y traza una geografía de este endeudamiento, buscando dar cuerpo a los endeudados. Como método, realizan una lectura de las publicaciones de subastas de inmuebles del banco CAIXA en la ciudad de São Paulo y Río de Janeiro.

El endeudamiento puede ser leído dentro de un contexto de diversas políticas de inclusión a partir de la financiarización de la vida, donde la producción de derechos (aquí, los de vivienda) pasa por una intermediación financiera, al contratar un crédito. Es capaz de imponer nuevos ritmos de explotación al trabajador, y también está generizado y racializado.

Las autoras reflexionan sobre la vulnerabilidad de las mujeres endeudadas, el papel de la casa frente al endeudamiento y las dinámicas de opresión y violencia a las que son sometidas, reavivando relaciones de subordinación y procesos de expulsión silenciada y explícita, con la reposesión de propiedades y desalojo de los residentes. El endeudamiento se entiende entonces como un proceso de “violencia financiera” cuya gestión de la deuda, las obligaciones financieras, hacen que los vínculos se vuelvan más frágiles y precarios al ser sometidos a la presión de la deuda, lo que lleva a la “responsabilidad individual, aumento de la violencia llamadas “doméstica, mayor precarización de las existencias”.

El cuarto artículo, escrito por Raquel Ludermir y Flavio de Souza, titulado “Vivienda, patrimonio y sobrevivencia: dilemas explícitos y silenciados en contextos de violencia doméstica contra las mujeres”, explica las intersecciones entre violencia doméstica y vivienda, mostrando que la violencia doméstica no es un problema privado, sino público, urbano: afecta a una de cada tres mujeres en el mundo, tiene sus raíces en formas de opresión estructurales de género, patriarcales.

El artículo, inspirado en la tesis doctoral de Raquel Ludermir Bernardino, observa las trayectorias habitacionales de 56 mujeres de escasos recursos de Recife que sufrieron violencia doméstica, a las que llama “sobrevivientes”. Incorpora extractos coloquiales de los informes, a los que denomina “conceptos erróneos de propiedad” traducido por expresiones como “dueño es el que paga”, “lo tuyo es mío”, etc. que sobrestiman el aporte de los hombres y minimizan el de las mujeres en las estrategias de vivienda y sobrevivencia de las familias. Señalan que la gran mayoría de las mujeres acaban saliendo de casa huyendo para escapar de las violencias, en procesos constantes y cíclicos procesos de desalojo, que las obliga a recurrir a la casa de familiares o amigos, o incluso a pagar elevados alquileres, situaciones que Raquel denomina en tesis de “desalojo relacionado a la violencia doméstica”. Además, expone contradicciones en los programas habitacionales y de regulación de la propiedad del suelo que pueden silenciar, incluso cuando pretenden empoderar, a las mujeres. Su texto muestra que el el reavivamiento de la familia como estructura posible para habitar, trae de vuelta la conexión a los mandatos y jerarquías de género sobre la reproducción social, y las mujeres siguen re-moralizadas y sufriendo diferentes formas de opresión y violencia en el hogar, que de dulce no tiene nada.

Fuente: Acervo do grupo de estudos Margear. Autoria de Aleida Batistoti, Ingrid Pita e Yago Souza, 2019. In: CORDEIRO et al., 2021.

El cuarto y ultimo bloque de textos del dossier reunió dos artículos que tratan sobre las luchas, el reposicionamiento en el territorio y la potencia transformadora.

Este bloque parte de conflictos, apropiaciones, negociaciones, procesos de desplazamiento territorial para afirmar que estos implican en procesos de insurgencia y reposicionamiento en el territorio por parte de las sujetas. Entiende los desplazamientos de manera amplia, como los desplazamientos diaspóricos, o “displacements” como proponen Nina Schiller y Ayse Çaglar (2016), pero también las desposesiones y la violencia, entre otros procesos descritos en textos anteriores de este mismo dossier. En contraposición a los desplazamientos, están los “emplazamientos” (originalmente “emplacements”), otro término de Nina Schiller y Ayse Çaglar (2016), que puede traducirse aquí como reposicionamiento en el territorio representado por las formas de (re)construcción de redes en el interior de los procesos que obstaculizan, y también en los vacíos que ofrece el territorio. Son los “aquilombamentos”, las estrategias de resistencia a través del cuidado y de la solidaridad, leídas aquí como “potencia transformadors” (expresión que da título al libro “La potencia feminista, o el deseo de transformar todo” de Verónica Gago, 2020).

Los textos forman parte de estudios que consideran la diáspora no sólo como resultado del desplazamiento y dispersión del pueblo africano, sino también como expresión de la dimensión transcultural y cosmopolítica de la formación de una identidad negra fuera del continente africano, como propone Paul Gilroy (2012).

En este bloque se encuentra el artículo “El activismo de las mujeres negras esclavizadas en Brasil colonial y poscolonial, en el contexto de América Latina”, escrito por Maria Amoras, Solange Maria Gayoso da Costa y Luana Mesquita de Araújo, que busca responder a la pregunta : ¿cuáles son las condiciones de vida y las estrategias de resistencia de las mujeres quilombolas del norte de la Amazonía y del sur de Brasil en el contexto poscolonial y colonial, entendidas como negras africanas esclavizadas? Se sumerge en el tema de la diáspora forzada y atroz de la población africana esclavizada en las Américas, el proceso de subalternización y los anhelos de ancestralidad. Recupera estudios sobre Cuba, Colombia y Ecuador, buscando dialogar con situaciones similares en la América Latina colonial.

Los autores dicen que en Ecuador, las mujeres huyeron en busca de emancipación por medio del “cimarronismo” (fuga a los “palenques” en las montañas, una especie de quilombos con estrategias de vida colectivizadas); o como los “zapacos” (que lograron escapar de los capataces, viviendo en las afueras de las ciudades); o en “pandillas”, insurgencias femeninas. Las mujeres también articularon y resistieron la esclavitud, negociando cartas de libertad a través de la compra directa del esclavo, la amistad o el paternalismo y/o las relaciones interpersonales. Y desarrollaron estrategias de vida colectivas, caracterizadas por la solidaridad, la cooperación, el respeto y también por la consanguinidad.

También en este bloque, el artículo “Mujeres en Acción y Categorías en Movimiento. La lucha por el territorio en la Comunidad Ribeirinha de Porto do Capim”, escrito por Helena Gonçalves, da protagonismo a una asociación de mujeres en la lucha por la vivienda y el territorio, a orillas del río Sahauá, en João Pessoa. El texto muestra la presencia extinta de las comunidades ribereñas en la lectura urbana de la colonización y del centro histórico; procesos de “revitalización” – que implican, incluso, la preservación a través de la protección del patrimonio – que reemplazan a la población que habita y vive en áreas amenazadas o ya removidas por el Estado.

El autor describe la presencia de los elementos naturales, a lo largo del río, la pesca en humedales, la recolección de mariscos, las salidas a caminar por las “croas” (islas que se forman con la marea), el “silencio”, acompañado de la vida con la movimiento de madereros, la llegada de los pescadores, la sociabilidad de las calles, el camino a las iglesias. Rescata cómo los cambios, resonancias y “fricciones” que provocan lo cotidiano, se despliegan en demandas en torno al reordenamiento de su cotidianidad.

Y, como “un cangrejo dormido se despierta en la cuerda”, la comunidad despertó. Está organizada desde 2011; reflexiona sobre la intersección de género, violencia y subjetividad, recuperando historias individuales y colectivas, intercambiando experiencias; se organiza para que “sean escuchadas” por los poderes públicos; reposiciona el debate sobre el proyecto de ciudad que queremos insertándolo en debates interseccionales, generizados y racializados. Se organiza en un movimiento social en defensa de la permanencia, integrado principalmente por mujeres y, solidariamente, desarrolla estrategias locales articuladas e integradas para combatir la pandemia del Covid-19.

Así cerramos el Dossier como un espacio de reflexión contrahegemónico, atento a la producción de conocimiento que apunte a la transformación social, no intervenida ni constreñida por conservadurismos. En un tiempo de luchas feroces por las representaciones, garantizando una voz, denunciamos silenciamientos. Esperamos que las discusiones que visualizamos en este Dossier crezcan y ganen nuevos espacios, en los marginados, desvalorizados y/o invisibilizados. Marielle ¡presente! Marina Harkot, ¡presente!

*Gabriela Leandro Pereira es profesora adjunta de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Federal de Bahía y del PPGAU/UFBA. Es miembro del Grupo de Investigación Lugar Comum (PPGAU/FAUFBA) y coordinadora del Grupo de Estudios Cuerpo, Discurso y Territorio (FAUFBA). En 2019 publicó el libro “Corpo, discurso e território: Cidade em disputa nas dobras da narrativa de Carolina Maria de Jesus”, adaptación de la tesis. Actualmente coordina la investigación “Narrativas y cartografías de la presencia negra en las ciudades”.

Rossana Brandão Tavares es profesora adjunta de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidade Federal Fluminense y del PPGAU/UFF. Coordina el proyecto de investigación “Práticas Espaciais Generificadas e Conflitos Urbanos e Socioambientais” con investigaciones sobre cuerpo, espacio, cotidianidad, reproducción social, precariedad, resistencia, políticas urbanas, así como perspectivas teórico-metodológicas en arquitectura y urbanismo a partir de teorías feministas y queer.

Diana Helene es profesora adjunta de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Federal de Alagoas y del posgrado en Tecnología para el Desarrollo Social de la UFRJ. Desde 2004, trabaja con movimientos sociales por la mujer, la vivienda y el trabajo, coordina proyectos de investigación sobre el tema de la interseccionalidad y es autora del libro “Mulheres, direito à cidade e estigmas de gênero: a segregação urbana da prostituição em Campinas” , debatido en este podcast del LabCidade.

Paula Freire Santoro es arquitecta urbanista, profesora y doctora de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo (FAUUSP) y co-coordinadora del LabCidade. Desde 2014 coordina la investigación “Ciudad, género e interseccionalidades”, con el objetivo de apoyar la reflexión crítica sobre formas de urbanismo, introduciendo conceptos, teorías y prácticas generizadas, racializadas, interseccionalizadas en la lectura, análisis y propuesta para la transformación del territorio.

Traducción: Adriana Marin Toro